La compañía quiere convertirse en una Empresa B, un grupo exclusivo integrado únicamente por organizaciones que logran resolver con la misma efectividad y prioridad sus retos financieros, sociales y ambientales.
“Nutrimos el futuro de Colombia, transformando sueños en realidades”, explican en Alquería, una de las empresas productoras de alimentos y derivados lácteos más importantes del país.
Algunas cifras muestran sus avances en este sentido: la organización, por mencionar solo algunos ejemplos, ha reducido su impacto, sacando al mercado los tres primeros productos carbono neutro de la industria lechera colombiana. Usa vehículos eléctricos con los que también han disminuido sus emisiones contaminantes.
La compañía ha bajado en 10 por ciento el consumo de energía en sus plantas de producción, esto con mejores
prácticas en las operaciones, automatización de los equipos y recuperación de la energía térmica.
Optimizó sus procesos, al punto de que ahora ahorra 97 millones de litros de agua, más o menos lo que consumen, durante un mes, 6.300 familias integradas por cuatro personas.
Y redujo en unas 790 toneladas el uso de materiales como plásticos y cartón en sus empaques, el equivalente, explican, a lo que pesan más de 526 hipopótamos.
Por una Empresa B
Pero más allá de estos números —solo unos pocos en medio de muchos otros resultados—, la compañía trabaja por alcanzar un objetivo aún mayor: ser una Empresa B, es decir, entrar a un exclusivo grupo de organizaciones en el mundo que persiguen mayores objetivos económicos relacionados con su actividad en sí misma, sin olvidar aquellos propósitos que se relacionan con la preservación del medio ambiente y el apoyo a las comunidades sobre las que tienen influencia, todo en mismo nivel de prioridad.
Por ejemplo, si bien por la pandemia, producto de la expansión del Covid 19 en el mundo, la demanda de sus productos bajó, la empresa siguió trabajando sin un solo despido, logró abastecer a los más de 160.000 tenderos del país y optó por pulverizar la leche recolectada para evitar su pérdida y no dejar de comprarles a sus proveedores, lo que hubiera puesto en riesgo los ingresos y el futuro de sus familias. Entre otras cosas, y en ese mismo intento por apoyar socialmente a sus trabajadores y colaboradores, con la Fundación Alquería Cavelier la empresa ayuda a que 292 jóvenes con talentos excepcionales logren tener acceso a la educación superior en universidades de enorme calidad académica.
Las prioridades sociales también se combinan con la consecución de nuevos retos ambientales. Hoy, Alquería está empeñada en lograr un gran balance carbono positivo y se ha adherido al acuerdo ‘Cero Deforestación’, iniciativa apoyada por el Gobierno Nacional y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, bajo la sombrilla del Tropical Forest Aliance-TFA, comprometiéndose a no incorporar ganaderos que habitan o perjudican estos ecosistemas de importancia; por el contrario, prefiere trabajar con futuros proveedores no sin antes lograr con ellos un plan para reducir a cero la deforestación.
Empredimientos rurales
Y hace dos años estructuró el Plan Vaca Madrina, destinado a aumentar la productividad de 3000 proveedores
de leche de aquí al 2030 y que abastecen su planta de Aguachica (Cesar). Este programa contempla la transformación de al menos 3 mil dueños de pequeñas fincas que hoy en día tienen un modelo de agricultura de
subsistencia, produciendo, en promedio, 2,5 litros de leche por vaca al día. La idea es tecnificar ese proceso para que la producción aumente hasta 11 litros cada 24 horas, lo que significaría un crecimiento de sus ingresos y la transformación de este grupo de campesinos en emprendedores del campo.
Todos ellos viven muy cerca de un bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más afectados de Colombia (solo queda el 8 por ciento de sus coberturas originales, según el Instituto Humboldt), y por eso el Plan contempla una disminución en la presión que el sistema productivo ejerce sobre el bosque, con programas de reforestación en sus fincas y el perfeccionamiento del uso del suelo, lo que ayudaría a restaurar 15 mil hectáreas de este escenario natural.
Con todo lo anterior, Alquería persigue conscientemente el cumplimiento de muchos de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible impulsados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 2012 y que buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas del mundo, sin distinción, gocen
de paz y prosperidad. Todo lo anterior, seguramente, no son todos los logros de una compañía con más de 60 años de historia, pero al menos sí algunos de sus más importantes sueños hechos realidad.
